-Gracias a los procesos de siembra y aprovechamiento del fique y a un curso de prevención y manejo de incendios forestales, habitantes de la comuna 8 han logrado proteger este cerro tutelar de varias emergencias.
-Estas iniciativas hacen parte de los programas ambientales que se ejecutan como parte del Jardín Circunvalar de Medellín.
Aunque los fuertes aguaceros registrados durante los últimos días en la ciudad han mermado el alto riesgo de incendios forestales, un grupo de habitantes de la comuna 8 permanece alerta para salvaguardar uno de los siete cerros tutelares de la ciudad.
Se trata del cerro Pan de Azúcar, donde la Empresa de Desarrollo Urbano viene ejecutando las obras del Jardín Circunvalar de Medellín que han servido para mitigar el riesgo de las comunidades aledañas a este patrimonio natural de la ciudad.
Una de las iniciativas para destacar es el programa de siembra y aprovechamiento de fique, en el que 60 habitantes de la comuna 8 con acompañamiento de Asdefique vienen desarrollando en el Pan de Azúcar, donde se han sembrado 20 hectáreas de esta planta que posee varios beneficios ambientales, entre ellos la propiedad de resistir al fuego.
Como parte de este proceso, cerca de 30 beneficiarios de este programa recibieron un curso de prevención y atención de incendios forestales dictado por la Unidad de Capacitación del Cuerpo Oficial de Bomberos de Medellín.
Jonathan David, habitante del barrio Sol de Oriente, en la comuna 8, es uno de los que recibió el curso. “Gracias a esta capacitación nos sentimos preparados para proteger el cerro y apoyar a los organismos de socorro cuando se presenten incendios forestales, que en su mayoría han sido provocados por personas malintencionadas”.
Cuenta que durante este año han apoyado las labores de extinción de seis conflagraciones. Dice que gracias al curso de prevención y atención de incendios forestales que recibieron como parte del programa de aprovechamiento y siembra de fique en el cerro, hoy conocen y cumplen con las medidas de seguridad necesarias para combatir una emergencia.
“Cuando identificamos un incendio activamos la alerta por un grupo de wasap y por las redes sociales que manejamos. De inmediato nos reunimos y con la indumentaria necesaria, como botas de suela dura, bluyín, camisetas con manga larga, sombrero, tapabocas, gafas, abundante agua y machete, intervenimos los puntos críticos de los incendios para evitar que el fuego se propague”, explica David.
Agrega que con estas acciones no solo protegen la vida de muchas personas y animales que habitan en el cerro, sino que promueven el cuidado por uno de los tesoros que tiene la ciudad: el Jardín Circunvalar.
